La desalación y los tiempos verbales

La captación de agua de mar está diseñada para no arrastrar vida marina.

Las preocupaciones sobre la sostenibilidad de la desalación no se corresponden con las prácticas que rigen la actividad actualmente

No es lo mismo preocuparse por cómo han sido las cosas que hacerlo por cómo son. Esta idea me vino a la mente luego de leer un interesante paper recién publicado llamado “Mapping the Evolution of Seawater Desalination Research (2000–2024)” que realiza un análisis bibliométrico y de co-palabras de más de 11,000 publicaciones sobre desalación, identificando las principales tendencias y tecnologías. Recomendado porque da una perspectiva amplia del crecimiento del desalinización como solución ante la escasez hídrica y toda la voluntad científica en torno a ella.

No obstante, cuando se aborda "el impacto ambiental del vertido de salmuera", así como los "problemas energéticos" y "las emisiones indirectas de gases de efecto invernadero", es cuando considero que el documento pifia por no usar algunas de las formas verbales para referirse al tiempo pasado y ser certero en sus afirmaciones. Habría sido más congruente con decir "preocupaciones basadas en los consumos energéticos que mostró el proceso en sus inicios" ó "los problemas que acarrearon los vertidos de salmuera antes de la estandarización de los sistemas difusores en las bocas de descarga". Muchas de estas preocupaciones parten de estudios que reflejan tecnologías antiguas o poco optimizadas, mientras que los nuevos métodos han avanzado hacia una desalación más eficiente y sostenible.

Para tener una idea más actual conviene leer un documento como el que AEDyR publicó bajo el título "10 Certezas sobre Desalación de Agua". El documento de AEDyR, que brilla tanto por su simplicidad como por su exactitud fundamentada en estudios y casos de éxito, se enfoca en desmitificar las percepciones negativas sobre la desalación, mostrando cómo los avances tecnológicos recientes han reducido costos, minimizado impactos ambientales y mejorado la eficiencia energética. Domingo Zarzo Martinez, PhD , presidente de la Asociación, recitaría este decálogo de memoria pero acá resalto algunos puntos:

1. Coste reducido y eficiencia energética: Contrario a la creencia de que la desalación es cara, el coste de producir agua desalada ha disminuido significativamente, con un costo de entre 0,5 y 1,0 € por metro cúbico para agua de mar y aún menos para agua salobre. Esto se debe en gran parte a la mejora en la eficiencia energética de las plantas modernas, que utilizan aproximadamente 3 kWh/m³, comparable al consumo eléctrico de un refrigerador doméstico.

Acá dejo este artículo de ALADYR que recoge un análisis de Manuel Rubio Visiers sobre la eficiencia y los costos hasta ahora alcanzados por la desalinización para quien desee profundizar.

2. Impacto ambiental mínimo: Uno de los mayores temores sobre la desalación ha sido -nótese el empleo del pretérito perfecto compuesto del indicativo y el uso de la palabra "temores"- el impacto de la salmuera en el medio marino. Sin embargo, AEDyR señala que los sistemas de difusión y dilución en las plantas desaladoras modernas aseguran que el impacto del concentrado sea estadísticamente despreciable. Además, muchas plantas tienen planes de vigilancia ambiental que garantizan la ausencia de impactos adversos, e incluso se ha observado un aumento en la vida de especies sensibles cerca de los puntos de vertido debido al incremento de oxígeno.

Acá aprovecho de incrustar un reciente estudio realizado en plantas desaladoras de Chile con la participación de Iván Sola , Jeniffer Pereira Rojas y Claudio Sáez Avaria, entre otros, que demuestra que el país tiene particularidades naturales que ayudan a la dilución de la salmuera y que incluso en la zona más próxima al vertido, el aumento de la salinidad es imperceptible. "Casi no llega a superar 1 psu (salinidad) por encima de lo natural".

Más y mejor investigación

Habiendo hecho esta salvedad sobre el paper “Mapping the Evolution of Seawater Desalination Research” rescato que este documento es una genialidad que muestra cómo la desalación ha tenido un crecimiento significativo en las últimas dos décadas, con un notable incremento en publicaciones sobre técnicas más eficientes y energéticamente sostenibles.

Uno de los puntos clave del análisis bibliométrico es la prevalencia de términos como "desalination", "water" y "seawater" en la literatura, seguidos de palabras relacionadas con tecnologías concretas como "RO" (ósmosis inversa), "membrane" (membrana), "energy" (energía) y "solar" (solar).

El estudio revela que del total de la literatura publicada entre 1981 y 2020, el 94.5 % de los artículos sobre producción de agua de bajo costo y eficiencia energética se publicaron entre 2000 y 2020. También dice que, en el periodo de 2010 a 2024, se publicó el 89.02 % de los artículos sobre desalación de agua de mar, lo cual demuestra un crecimiento sostenido en la investigación.

En el periodo de 2010 a 2024, se publicó el 89.02 % de los artículos sobre desalación de agua de mar

Según el análisis, uno de los desarrollos más prometedores en la desalación es la integración de la ósmosis inversa con la energía fotovoltaica asociada a la disminución de los costos operativos a largo plazo y la alineación de la desalación con las metas globales de energía limpia.

Como dato curioso, aparece la biodesalinización como un área de investigación que busca utilizar microalgas y microorganismos para eliminar la sal del agua de mar de manera natural. Aunque esta tecnología está lejos de reemplazar a las soluciones convencionales, cuenta con un interesante volumen de investigaciones.

Para finalizar, el continuo desarrollo de tecnologías ha transformado a la desalación en una actividad verdaderamente sostenible. Referirse a sus desafíos con el correcto empleo de los tiempos verbales es quizás una minúscula forma de asegurar su expansión sin trabas, pero viendo cómo nos jugamos la disponibilidad de agua y lo que supone la desalación para adaptarnos a ello, creo que vale la pena usar los verbos en tiempo pasado cuando corresponde y conjugar la desalación sostenible como verbo presente y futuro.

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