Revolución Verde - Revolución Azul
La #RevoluciónVerde es uno de los hitos más importantes en la historia de la humanidad. Este movimiento permitió aumentar la producción agrícola en todo el mundo y salvar a millones de personas de la hambruna. Según el Banco Mundial, la producción de alimentos se duplicó entre 1960 y 2000 gracias a la utilización de nuevas tecnologías agrícolas, como la siembra directa y el uso de fertilizantes químicos. Además, también disminuyó la deforestación al hacer más eficiente el uso del suelo permitiendo multiplicar la producción de alimentos por metro cuadrado.
Hoy en día, una tecnología de creciente tendencia puede tener el mismo impacto que la Revolución Verde: la hashtag#desalinización de agua de mar. Según el informe del Banco Mundial "Un Mar de Posibilidades", esta podría proporcionar suficiente agua potable para los países en desarrollo que sufren escasez, reduciendo la presión de extracción sobre las fuentes superficiales y subterráneas. Actualmente, cerca de 1.200 millones de personas viven en regiones con agua escasa, y se espera que esta cifra aumente a 1.800 millones para el año 2025.
La desalinización -bien diseñada en términos de descarga de salmuera- no afecta los ecosistemas naturales y es cada vez más común que la tecnología se combine con energías renovables, como las solar y eólica, para hacerla aún más sostenible.
Un buen ejemplo de esto es el proyecto de ENAPAC en #Chile. La planta desaladora se ubicará en la región de Atacama, una de las zonas más secas del mundo. Utilizará la tecnología de #ósmosisinversa para producir agua potable para las comunidades locales y la industria minera cercana. Tendrá una capacidad de producción de 220 litros por segundo y estará equipada con paneles solares y baterías de almacenamiento de energía para reducir su dependencia de la red eléctrica convencional. Se trata de una solución sostenible y rentable para abordar la escasez zonas desérticas.
La sal en la tierra
Norman Borlaug es reconocido como el padre de la Revolución Verde. Se estima que gracias a sus contribuciones se salvaron a mil millones de personas de la hambruna.
A pesar de sus indiscutibles beneficios para la humanidad, los avances agrónomos de la Revolución Verde padecieron la oposición de un ambientalismo irracional sustentado en artículos de prensa malinformada y declaraciones pseudocientíficas que retrasaron la llegada de estas innovaciones a muchos lugares, principalmente de África, donde la hambruna hacía estragos sobre poblaciones enteras.
De igual manera, la desalinización suele ser vilipendiada con verdades a medias y atribuciones sobre efectos ambientales ya superados. Todo esto motivado por una corriente dogmática en contra de la innovación y el progreso que puede dilatar la masificación de las soluciones en un contexto que exige premura en la adaptación al #CambioClimáticos y sus embates sobre el abastecimiento de agua de las comunidades y actividades económicas.
Me gusta pensar que la desalinización y el #ReúsoDeAgua son parte de una #RevoluciónAzul y que si Norman Borlaug estuviera vivo para ver cómo sus innovaciones y las del sector hídrico hacen sinergia en casos de éxito de desalación agrícola, se renovaría su esperanza para un futuro digno, inclusivo y sostenible.